Cuando nos enamoramos, idealizar a nuestra pareja no es sólo inevitable, es una necesidad. Ese estado incontrolable y apasionado, que se produce con tal intensidad, se basa en la visión especial que tenemos de la persona de la que estamos enamorados. Cualquier rasgo positivo en la otra persona se amplifica de manera exagerada. Además, cualquier rasgo negativo se reduce o se ignora.
El proceso de idealización tiene una duración determinada, ya que es inevitable que la intensidad original disminuya con el tiempo. No es posible mantener este estado, debido a que nos afecta en todos los aspectos de nuestras vidas. Disminuye nuestros niveles de concentración y atención, y origina que toda nuestra energía se centra en nuestro ser querido.
Durante el estado de enamoramiento, se produce un proceso bioquímico dentro de nuestro cerebro, que es similar a la adicción. Es por eso que este estado ha sido comparado con ser drogado. Cuando estamos enamorados, las sustancias químicas como la norepinefrina y la dopamina se alteran dentro de nuestro cerebro. Además, aumenta la producción de feniletilamina, que es el neurotransmisor que provoca un mayor grado de excitación. Genera aumento del latido del corazón, sofocamientos, e insomnio.
La feniletilamina también se genera a través de algunos alimentos como el chocolate. Es por eso que esta comida puede aliviar un poco la sensación de ansiedad producida por la ausencia de su ser querido. En el estado de idealización, ciertos síntomas pueden presentarse: