La importancia de conocer a los hijos para prevenir las adicciones

La importancia de conocer a los hijos para prevenir las adicciones

La importancia de conocer a los hijos para prevenir las adicciones

Conocer  los hijos para prevenir las adicciones es un tema complejo, ya que no es posible conocerlos si antes no hablamos de la familia como formadora de estos. No podemos hablar de farmacodependencia en los jóvenes sin tocar el desarrollo de la personalidad.

Todos los padres —o la mayoría de ellos— queremos saber cómo educar a nuestros hijos de la manera más sana posible; los amamos, pero no siempre sabemos transmitirles ese amor; los tratamos de disciplinar, pero no siempre logramos convertirlos en seres autosuficientes, productivos, y felices.

Son muchos los factores que intervienen en el origen del consumo de drogas, tales como  la personalidad, familia, sociedad, y medio ambiente que predisponen o favorecen este problema, los bajos niveles de escolaridad, el desempleo, el trabajo irregular, las familias desintegradas donde la violencia, el uso de alcohol y drogas son comunes, padres de familia que no saben marcar límites, y un sinfín de otros. La información clara es la clave para conocer el problema, la pauta para disminuir, controlar, o detener las consecuencias del mismo.

Entre los factores de riesgo encontramos que los niños aprender a través de la televisión y en la familia, que el uso del alcohol está relacionado con la alegría y la convivencia. En fiestas y reuniones el infante ve que el alcohol y sus consecuencias son permitidos y apreciados, celebrados, y promovidos — se cree que su uso es ‘normal’. Así es como el niño está recibiendo un permiso y apoyo abiertos para el posterior consumo que él hará; solo tendrá que esperar un poco. En familias donde uno o ambos padres o hermanos beben es un factor que propicia el consumo de alcohol y drogas.

En el desarrollo de la farmacodependencia es fundamental el  papel de la familia, pues esta determina desde la primera infancia el estilo de vida de la persona. Es además el primer sistema de educación y fuente de valores.

Es en la familia donde recae la mayor responsabilidad para prepararse y estar coesida, para así favorecer un desarrollo de personalidad sano en los hijos, y así prevenir y evitar problemas de adicciones, o bien, enfrentarlos de la mejor manera.

La personalidad es el conjunto de pautas de conducta que determinan la respuesta del sujeto ante una situación. Son diversos los mecanismos que interactúan en su operación, y tienen muchas causas. Los seres humanos tenemos necesidades fundamentales, como son la confianza básica y la necesidad innata de la dependencia. El ser humano entre las criaturas de la tierra es el que por más tiempo depende de sus padres.

En el ser humano, satisfacer las necesidades psicológicas de cariño, cercanía, y seguridad es fundamental para el desarrollo a lo largo de toda la vida. Cada persona va obteniendo la satisfacción de sus necesidades de manera muy específica, de tal forma que sólo tiene sentido para ella misma, aunque para los demás no lo tenga. Esta es una de las razones por las que la persona que usa drogas no presta mucha atención a lo que le digan los demás. El uso de fármacos se vuelve tan importante para su funcionamiento emocional que las razones externas no importan. Por ello la prevención es muy valiosa, así como la educación de los niños, las circunstancias del contexto afectivo que favorezca la construcción de un estilo de vida sano que los proteja de conductas desviadas que posteriormente lo incluyan en las adicciones.

La mejor prevención es que los padres tengan cercanía afectiva con sus hijos, comunicación continua, y un estilo de vida cotidiano emocionalmente cálido y de confianza, a fin de entrenar al niño para la vida. Si el niño vive una atmósfera de frustración tolerable para él, va a desarrollar sentimientos de confianza y seguridad en sí mismo y en quienes lo rodean.

Si por el contrario, es un infante abandonado, con inconstancia en el cariño y en las atenciones que recibe, tenderá a ser desconfiado e inseguro, lo cual es un factor de riesgo para un posterior uso de sustancias. Ess sentimientos que se instalan en la infancia los presentan los adolescentes que se inician en el consumo de drogas: se sienten marginados de la familia, comunidad, o grupo de adultos. Por eso se reúnen entre ellos, se apoyan y tienen sus propios códigos y ritos, tales como uso de drogas, vestimenta, y lenguaje, que provocan entre ellos sentimientos de apoyo, comprensión, confianza, y unidad, brindándoles un sentido de pertenencia al grupo.

Las reglas del sistema familiar son muy importantes, pues ayuda a mantener el equilibrio y la estabilidad, así como a respetar las normas que rigen el comportamiento de sus miembros. Por ello es muy importante la revisión continua de la ideología, mitos, creencias, y secretos familiares. Si la familia no analiza su funcionamiento, la evolución de su sistema puede ser limitada, puede ahogarse en sus propios desechos al estar repitiendo patrones contaminados que ya no le corresponden ni sirven.

Para conocer a los hijos es muy importante que se esté cerca de ellos. No se les puede conocer por medio de interrogatorios: es necesario que ellos busquen y permitan esa cercanía, y que se establezca un vínculo de confianza mutua. Para ellos es de suma importancia que al hablar con ellos se evite darles sermones. Se debe establecer un diálogo y preguntarle a los hijos qué piensan de su familia y de los mismos padres, y estar preparados para respetar y analizar la respuesta que den.

Otro factor importante es conocer a sus amigos, sus gustos,y sus expectativas de vida, saber ponerse en su lugar para despertar su confianza y conocer cuáles son los factores de riesgo a los que se encuentran expuestos. Algunos peligros contra los hijos son la soledad que les provoca el desconocimiento de sí mismos y que no se les acepte como son, el que provengan de familias conflictivas que no se ocupan de ellos, el aburrimiento por carencia de vida interior, la falta de originalidad, creatividad, carencia de ideales y objetivos de vida, así como el hecho de dejarse arrastrar por las modas y conductas de evasión. Si tienen problemas y no ls enfrentan, sino los evaden, es muy posible que algun dia utilicen la vía del alcohol o drogas para negar o ignorar lo que no les gusta del mundo en el que viven.

Para ser buenos padres se requiere de presencia y una estrategia de 24 horas, así como contar con cualidades que permitan establecer relaciones respetuosas y afectuosas con los hijos: paciencia, cariño, tolerancia, capacidad de comunicación, autoridad, honestidad, entre otras.Paciencia para no cansarse de repetir las mismas indicaciones las veces que sea necesario, así como persistir en fomentar y mantener reglas familiares, amor y cariño para que la dedicación a la familia no nos parezca un sacrificio, comunicación para que en lugar de criticar a los hijos, dialoguemos con ellos tratando de entenderlos, autoridad para que tengan claras las reglas y las respeten, tolerancia para no tratarlos como propiedad y alentarlos a que desarrollen un sentido de responsabilidad a través de negociar la relación con una autoridad que promueva su autonomía, honestidad, para que los padres reconozcan sus errores ante los hijos y no teman pedirles disculpas cuando sea necesario.

Es muy importante que los padres conozcan a sus hijos aceptando que son seres diferentes a ellos, que investiguen y respeten sus opiniones y fomenten la comunicación en la familia, sin temores de represalias para que con el debido respeto manifeste lo que les gusta y lo que no de la familia.

También se puede conocer a los hijos dejándoles saber de nosotros como personas, como seres humanos, sin temor a que conozcan nuestros miedos y limitaciones.

Dr. Sergio Gil Carranza
Dr. Sergio Gil Carranza
Psiquiatra Psicoterapeuta, especializados en el tratamientos de trastornos como la depresión clínica, ansiedad, angustia e insomnio. Cuenta con más de 20 años de experiencia.