La demencia y sus características

La demencia y sus características

La demencia y sus características - Clinica de Depresion

La demencia es un síndrome que se manifiesta a través de una pérdida progresiva de la capacidad intelectual, lo cual interfiere considerablemente con la vida social y ocupacional del individuo. Aquí en la Clínica de Depresión te hablaremos más sobre esta enfermedad que 1 millón 300 personas padecen en nuestro país, según la Secretaría de Salud de México.

¿Qué es la demencia?

Este trastorno implica el desarrollo de déficits cognitivos, siendo el más típico que haya una pérdida de memoria. 

Además de la memoria, al menos una de las siguientes funciones también se ve comprometida: afasia, que es la dificultad para comunicarse de manera efectiva; apraxia, que se refiere a la incapacidad de realizar movimientos o tareas motoras a pesar de tener el deseo y la capacidad física para hacerlo; agnosia, que es la incapacidad de reconocer objetos, personas o sonidos a pesar de tener los sentidos intactos; o una alteración en la función ejecutiva, que incluye habilidades como el razonamiento, la planificación y el juicio.

Uno de los desórdenes más representativos de la demencia es la enfermedad de Alzheimer. Ésta se caracteriza por la acumulación anormal de proteínas en el cerebro, lo que eventualmente daña y mata las células cerebrales.

Ambas afecciones presentan un desafío significativo debido a su impacto profundo en la vida de los pacientes y sus familias. La investigación continua es crucial para entender mejor estos trastornos y desarrollar tratamientos efectivos que puedan mejorar la calidad de vida de aquellos afectados.

Demencia: sus principales síntomas

La demencia es una condición que afecta progresivamente las funciones cognitivas y la vida diaria de las personas. 

Uno de los primeros signos de alarma de la demencia es la aparición de olvidos frecuentes, un fenómeno que a veces se describe como “signos de las castañuelas”. Las personas con demencia temprana suelen perder objetos con regularidad y repetir las mismas preguntas o historias. Otra señal preocupante es la pérdida del rumbo en lugares conocidos, lo que puede llevar a desorientación y dificultad para encontrar el camino de regreso a casa.

Además, los problemas con el manejo del dinero son comunes en las etapas iniciales de la demencia. Esto puede manifestarse como dificultad para pagar facturas, comprender transacciones bancarias o incluso ser víctima de fraudes financieros. Olvidar citas o confundir el día y la hora son otros síntomas que indican un deterioro cognitivo. La persona puede tener dificultades para recordar compromisos importantes o mantenerse organizada.

La dificultad para expresarse es también un síntoma temprano de la demencia. Esto puede incluir problemas para encontrar las palabras correctas, seguir o mantener una conversación, o comprender lo que otros dicen. Estos problemas de comunicación pueden aumentar la frustración y el aislamiento social.

El tratamiento de la demencia tiene varios objetivos clave. Mantener la función cognitiva es esencial para ayudar a las personas a mantener su independencia durante el mayor tiempo posible. También es importante mantener las funciones diarias, permitiendo que los pacientes realicen tareas cotidianas como vestirse, comer y cuidar su higiene personal.

Retardar la aparición de síntomas conductuales es otro objetivo crucial, ya que estos pueden incluir agitación, agresividad y cambios en la personalidad, lo cual puede ser difícil de manejar tanto para el paciente como para los cuidadores. Prolongar la autonomía del paciente ayuda a mejorar su calidad de vida, reduciendo la necesidad de atención constante.

Minimizar el impacto en los cuidadores es fundamental, ya que cuidar a alguien con demencia puede ser una tarea extremadamente demandante y emocionalmente agotadora. Proveer apoyo y recursos adecuados puede hacer una gran diferencia en la vida de los cuidadores, permitiéndoles manejar mejor las demandas diarias y mantener su propio bienestar.

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¿Cuáles son los tipos de demencia?

La demencia se clasifica en varios tipos según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, cuarta edición (DSM-V). Entre estos, la demencia tipo Alzheimer es la más común y se divide en dos categorías principales: inicio temprano e inicio tardío, cada una con sus características y subtipos.

La demencia tipo Alzheimer de inicio temprano se presenta generalmente antes de los 65 años. En su forma no complicada, los individuos experimentan una pérdida progresiva de la memoria y otras funciones cognitivas sin la presencia de delirium o síntomas psiquiátricos significativos. Sin embargo, algunos pacientes pueden desarrollar delirium, una condición caracterizada por confusión aguda y fluctuante, desorientación y cambios en la atención y percepción. Otros pueden presentar ideas delirantes, donde mantienen creencias falsas e irracionales, como pensar que alguien les está robando o engañando. Además, algunos pacientes pueden experimentar un estado de ánimo depresivo, mostrando síntomas de depresión junto con el deterioro cognitivo.

Por otro lado, la demencia tipo Alzheimer de inicio tardío suele tener una progresión similar. Suele manifestarse después de los 65 años. En su forma no complicada, la enfermedad avanza con un declive cognitivo gradual sin delirium ni síntomas psiquiátricos significativos. Al igual que en el inicio temprano, algunos individuos con inicio tardío pueden desarrollar delirium, con síntomas agudos de confusión y desorientación. 

También es posible que presenten ideas delirantes, como creencias infundadas de ser perseguidos o engañados. El estado de ánimo depresivo puede acompañar esta forma de demencia, con síntomas de tristeza, pérdida de interés en actividades y otros signos de depresión.

Entender estas clasificaciones es crucial para el diagnóstico y manejo adecuado de la demencia. Diferenciar entre los subtipos de Alzheimer y reconocer la presencia de delirium, ideas delirantes o estado de ánimo depresivo ayuda a los profesionales de la salud a proporcionar un tratamiento más personalizado y eficaz. 

Además, esta clasificación permite una mejor comunicación entre los cuidadores y el personal médico, asegurando un enfoque integral en el cuidado del paciente.

¿Quién puede atender un caso de demencia?

En la Clínica de Depresión, ofrecemos una atención personalizada en consulta externa para abordar los complejos desafíos de la demencia. Nuestro enfoque multidisciplinario garantiza que cada paciente reciba una evaluación exhaustiva y el tratamiento más adecuado para mitigar los síntomas incapacitantes. 

Nuestro objetivo es muy claro: atender al paciente de manera integral, proporcionando un tratamiento personalizado que favorezca el retorno del individuo a su nivel óptimo de funcionamiento. Esto incluye la gestión de síntomas a través de terapias farmacológicas y no farmacológicas, diseñadas para aliviar los problemas cognitivos y conductuales asociados con la demencia. Además, trabajamos estrechamente con los cuidadores y familiares, ofreciéndoles el apoyo necesario para manejar el estrés y las demandas diarias del cuidado.

En nuestra clínica, entendemos que cada caso de demencia es único y requiere una estrategia de tratamiento adaptada a las necesidades específicas del paciente. Por esta razón, nuestros profesionales están altamente capacitados para utilizar las últimas herramientas y técnicas en el campo del cuidado de la demencia, asegurando que nuestros pacientes reciban el mejor cuidado posible.

La atención personalizada que ofrecemos en la Clínica de Depresión no solo se centra en el paciente, sino también en crear un entorno de apoyo para sus seres queridos. Para obtener más información sobre cómo podemos ayudarle, lo invitamos a contactarnos a través de nuestra página web o nuestras redes sociales. 

Estamos comprometidos a brindar un cuidado compasivo y efectivo, ayudando a los pacientes a recuperar su independencia y mejorar su calidad de vida.

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