¿Por qué es importante que los niños convivan con sus primos?

El niño en convivencia con sus primos

El niño en convivencia con sus primos

Para un niño, su primo es un autorreferente de la familia. Un rol fundamental en esta relación es la que desempeñan los padres de los menores.

Son ellos quienes deben ser unidos y verse frecuentemente para que sus hijos jueguen y construyan una vida en común. Sería utópico esperar que los primos se llevaran bien y jugaran entre ellos si nunca se ven.

Para las primas Moreno -Andrea, Consuelo, Verónica, María Inés Moreno y Fernanda López Moreno, todas de 22 años- sus abuelos han sido vitales. El Tata, que por personalidad era extrovertido y lleno de vida, siempre fue acogedor con los amigos.

Él fue haciendo familia y logró que fuéramos lo que somos. Nos mostró el valor de la familia y por algo nuestros papás fueron unidos y nosotras también. Todo esto te va dando ejemplo. Uno empieza a adoptar esta actitud como forma de vida”. Verónica Moreno confirma la idea: “Lo más importante es que los papás son súper unidos. Siempre se ven, siempre están juntos y ese ejemplo ha hecho que nosotras seamos mucho más unidas”.

Creciendo juntos

Primo es sinónimo de tiempo libre y vacaciones. Vivir en la misma ciudad y relativamente cerca facilita las cosas, porque se pueden organizar almuerzos dominicales que, con el tiempo, se transforman en ritos que van formando y fortaleciendo la relación entre primos. No basta sólo encontrarse en los cumpleaños de los abuelos o en alguna otra reunión por el estilo. En el caso de quienes tienen el privilegio de veranear juntos en el campo o la playa, esos veranos se vuelven inolvidables.

Además, durante la adolescencia, los primos mayores se transforman en la puerta al mundo. Generalmente con ellos se tienen grandes aventuras, con ellos se van a las primeras fiestas e incluso ellos se transforman en el “primer amor”. “De chica, típico que te gustaba el primo más grande”.

Primos versus hermanos

Aunque nunca se puede contraponer la compañía de primos versus la de los hermanos, la primera relación puede ofrecer cierto tipo de conveniencias:

  1. Elimina todos los roces de convivencia diaria y competencia entre los hermanos.
  2. Permite compartir con miembros del mismo sexo cuando no se tiene hermanos o hermanas de edades cercanas
  3. Se rompe la barrera de la edad. En general los primos que mejor se llevan tiene la misma edad.

Posibilidad de amistad

Aunque en un comienzo existe cierta presión para ser amigos o por lo menos llevarse bien, con el tiempo los primos pueden ir distanciando o uniendo más los vínculos.

Es en los comienzos de la juventud donde esta relación se potenciará como una amistad o el primo se convertirá en un familiar al que se le tiene mucho cariño. De primos a amigos puede ser un paso fácil, ya que ambos comparten una vida en común y los valores familiares.

Además, ser primos intensifica la amistad, la hace más fuerte.

Un primo: un gran valor

En un comienzo, aparte de hermanos, nuestro únicos conocidos son los primos. De la relación con ellos se van adquiriendo valores útiles para la vida adulta:

  1. Los niños se dan cuenta de que la familia no está compuesta sólo por el papá, la mamá y los hermanos.
  2. Se aprende a compartir. Es al primo al que se le presta la ropa o los juguetes.
  3. La relación con los primos sirve para reafirmar los valores inculcados por los padres. El niño ve que lo que a él le enseñan se repite en la casa de los demás familiares.
Dr. Sergio Gil Carranza
Dr. Sergio Gil Carranza
Psiquiatra Psicoterapeuta, especializados en el tratamientos de trastornos como la depresión clínica, ansiedad, angustia e insomnio. Cuenta con más de 20 años de experiencia.