La causa se desconoce, aunque los genes pueden jugar un papel. Otros miembros de la familia pueden tener el trastorno. Sin embargo, el trastorno de pánico a menudo ocurre cuando no hay ningún antecedente familiar.
Es más común en mujeres que en hombres y generalmente se presenta antes de los 25 años, pero puede ocurrir después.
El síntoma principal del trastorno de pánico son los ataques de pánico recurrentes, una combinación abrumadora de angustia física y psicológica. Durante un ataque varios de estos síntomas ocurren en combinación:
Debido a que los síntomas son tan graves, muchas personas pueden creer que están sufriendo un ataque cardíaco u otra enfermedad potencialmente mortal y acuden a la sala de emergencias de algún hospital.
Primero, hable con su médico sobre sus síntomas. Su médico debe hacer un examen y preguntarle sobre su historial de salud para asegurarse de que un problema físico no relacionado no esté causando sus síntomas. Su médico puede derivarlo a un especialista en salud mental, como un psiquiatra o psicólogo.
El trastorno de pánico generalmente se trata con psicoterapia, medicamentos o ambos. Hable con su médico sobre el mejor tratamiento para usted.
Psicoterapia. Un tipo de psicoterapia llamada terapia cognitiva conductual (TCC) es especialmente útil como tratamiento de primera línea para el trastorno de pánico. La TCC le enseña diferentes formas de pensar, comportarse y reaccionar ante los sentimientos que surgen con un ataque de pánico. Los ataques pueden comenzar a desaparecer una vez que aprende a reaccionar de manera diferente a las sensaciones físicas de ansiedad y miedo que ocurren durante los ataques de pánico.
Medicación. Los médicos también pueden recetar diferentes tipos de medicamentos para ayudar a tratar el trastorno de pánico.
Su médico trabajará con usted para encontrar la mejor medicación y dosis para usted.
No renuncies al tratamiento demasiado rápido. Tanto la psicoterapia como la medicación pueden tardar un tiempo en funcionar. Un estilo de vida saludable también puede ayudar a combatir el trastorno de pánico. Asegúrese de dormir lo suficiente y hacer ejercicio, comer una dieta saludable y recurrir a familiares y amigos en quienes confía para obtener apoyo.